Cuando alguien nos otorga algún beneficio, de cualquier tipo, nos está entregando algo suyo, su energía, su mérito. Cuando este regalo que se nos da se nos entrega con amor y desinterés tiene aún más valor y enriquece, por el amor añadido, nuestra vida porque nos está demostrando el aprecio que se nos tiene.
Puede ser desde un "buenos días", pero dicho con intención, con cariño, con el sincero deseo de que realmente tengamos un dia bueno. ¿No es verdad que hay de "buenos días" a "buenos días"?. Nuestros sensores nos dicen la cualidad del saludo, el nivel de la buena intención del deseo de que tengamos un buen día.
Un "buenos días" o cualquier beneficio bien dado, realmente puede hacer la diferencia. A mi me pasa. Un simple "buenos días mi amor", -bien dicho, -me llena el alma de alegría. Pero hasta aquí la energía viene en un solo sentido hacia nosotros. La magia queda inconclusa. Qué tal si terminamos el ciclo completo de circulación energética con un "gracias", "buenos días" (mi amor). También dado con acompañamiento de amor y una gran sonrisa.
AGRADECER ES MAGICO. Agradecer de verdad. con agrado, con "gracia", con luz.
Agradecer a la vida, agradecer por la vida.
Agradecer a la naturaleza, a la tierra, al agua, al aire, al fuego, al universo, al amigo, a la madre, al padre, a la compañera, al Creador.
Yo agradezco con gran cariño a todos esos seres que me han ayudado en este mi camino.., a mis amigos, maestros, a compañeros, a personas con las que he trabajado, familiares, etc. Reconozco que han habido personas muy especiales, como ángeles enviados, que me han guiado. A ellas agradezco muy particularmente porque han sido conductos de la energía de vida, renovadora, purificadora y sabia, Mil gracias.
Nuestra vida se embellecerá y nuestro ser se llenará de mágica alegría y tendremos más personas que nos aprecien si empezamos a agradecer por todo y a todos. Hagan la prueba. Se los recomiendo.
Seamos pródigos en desear dar felicidad a otros. Y agradezcamos mil veces a todo aquel que de alguna manera nos beneficie.
Así, crearemos círculos virtuosos de energías benéficas que nos enriquecerán y que nos permitirán servir más dando alegría, amor, paz y felicidad a otros.
El mensaje es: Tratemos bien a las personas, seamos atentos, respetuosos, bien intencionados y muy agradecidos como Pedro Vargas, aquel tenor mexicano que cantaba maravillosamente, que hablaba poco y que siempre decía al despedirse: "¡Muy agradecido... muy agradecido... muy agradecido!".
-Gracias.
Enrique.
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