Si, al entender sabes.
La técnica es simple, aunque puede parecer inversa para lo que estamos acostumbrados.
Algo o alguien nos molesta, nos hace sentir mal, tristes, deprimidos, ofendidos, menospreciados, sobajados, agredidos, insultados, muy muy mal. Nos duele, física, emocional o aún espiritualmente... nos causa mucho sufrimiento, descontrol mental. La negatividad nos envuelve como una cobija y entonces sufrimos. Además, pensamos que somos los únicos que sufrimos y entonces nuestro sufrimiento se incrementa, porque creemos, por naturaleza egoica, que somos lo mas importante en el universo.
Y todo va IN CRECENDO---- mas y mas grande nuestro sufrimiento.
Entonces reaccionamos:
1.- ME DEFIENDO, Ataco al sufrimiento (y a las personas) para destruírlo. o ya bien,
2.- LO IGNORO, NO EXISTE.
Pero cualquiera de las dos alternativas que elija sólo incrementará el malestar.
Entonces ¿qué hago? yo no quiero sufrir... yo quiero ser feliz...
Bueno, tengo que aceptar que, por algún motivo, este sufrimiento me está pasando a MI. jajajaja. Creo que el ego soy YO.
Entonces, lo acepto. Si, No me opongo, ni lo eludo. Lo acepto el sufrimiento y entonces, me convierto en un ente que transforma esta negatividad en positividad, (léase amor).
Es como las técnicas de combate asiáticas donde se aprovecha la energía del golpe, no se ataca, ni se elude, sino que se modifica su curso y se transforma a nuestro favor, SIN QUE NOSOTROS GASTEMOS ENERGÍA. El que va a la lona es el oponente, gracias a su propio impulso. ¡Mira!, no hay quien reciba el golpe y tampoco salgo corriendo, simplemente aprovecho el impulso a mi favor. Esto también sucede en niveles de KARMA, teniendo Sabiduría evitamos daños y sufrimientos innecesarios.
Mi ego tiene que entender que él realmente no existe (por lo tanto no hay quien sufra), ni mi egocentrismo existe. Entonces, entro en estado de paz y respirando acepto todo ese sufrimiento y al sacar el aire emito positivismo, amor, comprensión, cariño, aprecio. Todo esto es un proceso mental, para sanar mi flujo mental distorsionado (desvío la energía y la purifico).
Es como las técnicas de combate asiáticas donde se aprovecha la energía del golpe, no se ataca, ni se elude, sino que se modifica su curso y se transforma a nuestro favor, SIN QUE NOSOTROS GASTEMOS ENERGÍA. El que va a la lona es el oponente, gracias a su propio impulso. ¡Mira!, no hay quien reciba el golpe y tampoco salgo corriendo, simplemente aprovecho el impulso a mi favor. Esto también sucede en niveles de KARMA, teniendo Sabiduría evitamos daños y sufrimientos innecesarios.
Mi ego tiene que entender que él realmente no existe (por lo tanto no hay quien sufra), ni mi egocentrismo existe. Entonces, entro en estado de paz y respirando acepto todo ese sufrimiento y al sacar el aire emito positivismo, amor, comprensión, cariño, aprecio. Todo esto es un proceso mental, para sanar mi flujo mental distorsionado (desvío la energía y la purifico).
Quiero limpiar los obstáculos en mi vida con purificación, convertirlos en Sabiduría.
Si ofrendo mi ego, -mi arrogancia,- el premio es que la negatividad desaparece, porque no hay ya quien sufra. Y mi Yo surgirá en paz y alegría. Esa masa de negras nubes desaparecerá y saldrá el SOL, acompañado de un gozo inmenso.
Pediremos disculpa mentalmente a esas personas que creemos que nos agreden o nos hacen sufrir, porque realmente lo que están haciendo es defenderse de nuestras negatividades y de nuestras carencias y también pediremos disculpas por no haberles dado todo el amor que merecen. Esto en verdad es importante: ¡Te pido que me disculpes, con humildad y arrepentimiento del daño que te he causado con mi mente sucia, con mis palabras dañinas, con mis carencias! También nos pediremos disculpas a nosotros mismos, a nuestros seres internos, por no habernos dado todo el amor y respeto que nos merecemos nosotros mismos. Sólo así seremos libres.
A ver si la próxima me sale mejor.
Enrique.