Sábado 16 de marzo de 2013, 20:00 horas, llegando a casa de mi hija en el Ajusco, clima muy frío.
Dedos de manos blanco-papel, helados y hormigueantes. Intensos temblores en toda la espalda. Mareos. Hipotermia severa. Próximo al paro cardiaco según me dijo hoy mi Doctora. Quizá a un minuto.
Se coloca sublingual de isosorbide para incrementar la circulación sanguinea... baño caliente, cubrirse muy bien, arroparse, calefacción, cobertores...
Mañana de domingo, incapacidad de orinar. Ya en la tarde se inicia tratamiento con antibiótico y desinflamante.
En la noche del domingo, pidiendo Luz, salud... Lunes inicia leve mejoría.
Noche de lunes, desfile de percepciones, toda la noche. personas, presencias, sueños, emociones; infinidad, una tras otra, como pasando revista a todo lo percibido en muchos años.
Martes, mejoría notable.
Morir de nuevo sin morir... liberar cargas guardadas de la mente. Reiniciar la vida junto con la primavera.
La Luz ayuda. Pídela y te llegará añadida de mucho amor.
Hoy, feliz de estar vivo y llenito de bienestar amoroso. El mundo se ve diferente.
Adivina y aprende,
Enrique.
viernes, 22 de marzo de 2013
lunes, 18 de marzo de 2013
Viendo el horizonte
En cualquier momento se produce un cambio en nuestra vida, en la salud, que nos obliga a cambiar nuestros procesos habituales y a detener la marcha y quedar en quietud recuperando vitalidad...
Puede ser algo simple y así aún detener nuestros diarios procesos.
Entonces tenemos la gran oportunidad de calmarnos y detener el pensamiento y cambiar el nivel de percepción con la quietud y comenzar a tener incluso percepciones visuales y comunicación interna.
Puedes ver tu horizonte... ¿Dónde estoy? ¿qué quiero de mi vida?
Momentos valiosos, invaluables, donde incluso puedes pedir la guía y el apoyo de seres de luz y de maestros y quitarte miedos y temores, dudas y tormentos emotivos.
Busca tu horizonte y ve con claridad el motivo de tu vida y siente allí el intenso cariño en tu corazón de la bondad divina... Pide salud, pide paz, pide luz y ten certeza, ellos colmarán de amor y luz tu vida.
Adivina y aprende,
Enrique.
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