Puede ser algo simple y así aún detener nuestros diarios procesos.
Entonces tenemos la gran oportunidad de calmarnos y detener el pensamiento y cambiar el nivel de percepción con la quietud y comenzar a tener incluso percepciones visuales y comunicación interna.
Puedes ver tu horizonte... ¿Dónde estoy? ¿qué quiero de mi vida?
Momentos valiosos, invaluables, donde incluso puedes pedir la guía y el apoyo de seres de luz y de maestros y quitarte miedos y temores, dudas y tormentos emotivos.
Busca tu horizonte y ve con claridad el motivo de tu vida y siente allí el intenso cariño en tu corazón de la bondad divina... Pide salud, pide paz, pide luz y ten certeza, ellos colmarán de amor y luz tu vida.
Adivina y aprende,
Enrique.
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