Buscar este blog

jueves, 30 de septiembre de 2010

PODER DE LA BONDAD

Privilegio único, maravilloso.
El vajra del maestro tocó repetidamente mi clavícula izquierda y se abrió mi corazón.  
Esa energía de amor, de bondad, salió del corazón como un torrente.   Mi vida cambió.
Hoy, en paz, conmigo mismo, y lleno de ese mismo poderoso nectar de bondad veo la vida en un presente sin tiempo, con un sentimiento profunto de gratitud, belleza, sorpresa y ternura.
Maestro, ¡cuánto te agradezco el haberme otorgado el poder de tu bondad, amor que todo cura!
Después, aprendí a amar.
Enrique.