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martes, 12 de julio de 2011

chiras pelas

Hoy, ya casi no se juegan las canicas o "cuicas", como las llamábamos.  Habían las agüitas, pericos, ponches, tiritos, tréboles y ágatas y quizá otras que no recuerdo.   Se adquiría gran destreza y se formaba grupos de competencia.   Me acuerdo de que los pantalones siempre estaban rotos de las rodillas y las rodillas casi sangraban de lo raspadas.
Estaba leyendo que el juego de las canicas se ha visto en muchas culturas durante siglos, pero una de las cosas interesante que vivimos fué que en el Barrio del Cuadrante de San Francisco en Coyoacán en la Ciudad de México, en los condominios de la calle de Tecualiapan mis hijos, al jugar en los jardines, encontraban canicas.   Estos condominios fueron construídos en los terrenos del panteón de la iglesia, particularmente en el área infantil.   Yo creo que les ponían, como ofrenda sus canicas, porque hay muchas y muy viejas enterradas en la tierra de los jardines.  
En las noches, en el piso del departamento de arriba se escuchaban pasitos, risas de niños y ruidos de canicas...  Ya sabíamos, no había niños y el departamento tenía alfombras.   
Cosas así, en Coyoacán, son parte del entorno. Hay muchas leyendas.   En Coyoacán vivió Hernán Cortés, con la Malintzin, (La Malinche), que se la regalaron como esclava el 15 de marzo de 1519. Cortés y "Doña Marina" tuvieron un hijo. Ella hablaba náhuatl, maya y luego español, por lo que sirvió como intérprete y asesora cultural de las costumbres indígenas.
Por cierto, si no conoces Coyoacán, vale la pena un recorrido cuando vengas a esta Ciudad de México.  

¡Órale!  ¿Jugamos?...   ¡No se vale mano negra!
Adivina y aprende
Enrique.

domingo, 10 de julio de 2011

¿Arañas?

          Un caso para la araña decía Tobi, el amigo de "La pequeña Lulú", cuando iniciaba una investigación detectivesca.
Me recuerda ahora a las novelas de Sherlock Holmes donde en compañía del Dr. Watson andaban por la nebulosa Londres investigando.   Prodigio Holmes del raciocinio lógico.  Se fijaba en todo, en el menor detalle y sacaba conclusiones maravillosas.
Ejemplo de esto es Tobi-detective, integrado a nivel infantil en las historietas de Tobi y Lulú.
Yo vi una colección muy completa de estas maravillosas historietas, integradas en volumenes empastados con lujo, llenando grandes libreros. Y allí, en esos "cuentos" aprendimos a leer.
Ahora, les voy a decir la idea original para este escrito que tenía antes de empezar a escribirlo:
Quería preguntar si
¿Te arreglas las uñas de manos y pies o arañas?
Si, soy "un caso para la araña"...
"La araña teje su tela".   
Y nosotros tejemos nuestras vidas.
Sean felices.
Los amo, (y sobre todo, las amo).
Adivina y aprende.
Enrique.