Yo amo a Rio.
Símplemente tiene magia.
Con las montañas más antiguas del planeta (morros), con Guanabara la más grande bahía del mundo, flora y fauna exhuberantes, un ambiente siempre húmedo y los seres elementales más felices del planeta, es un lugar símplemente mágico, "Cidade Maravilhosa" la llaman.
Me gusta caminar por la avenida atlántica desde Copacabana hasta Ipanema y ver el morro "Dois Irmaos" y la gente en la playa.
En aquellos días nos dieron una habitación hasta arriba del Hotel Excelsior en Copacabana. Se veía el Cristo del Corcovado iluminado, -bellísimo, la luminosa Avenida Atlántica, la playa, los cerros y el mar, porque tenía una terracita.
Resultó que la taza del baño no se vaciaba y llamé por teléfono para que la destaparan: "¿Podría mandarme una bomba por favor?".
En 2 minutos llegaron jadeando 3 hombres, pálidos y hasta temblando.
¿-onde fica? preguntaron. Y yo les mostré la taza del baño con todo su contenido.
-"O que o senhor precisa é um desentupidor"...
fué tan agradable dormir esa noche en Río de Janeiro que en la mañana siguiente, al ir ya bañadito por los pasillos del hotel, abrí los brazos e inventando una canción canté con mucha emoción:
-Vou voando como um passaro.
Libre y feliz, lleno de placer y alegía, mi cuerpo se sentía completamente libre. Voy volando como un pájaro cantaba mi alma.
Bendito Rio, Ciudad Maravillosa.
Adivina y aprende.
Enrique.
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