¡Me sorprendió!
Ya no hubo lucha ni incomodidad...
Estaba alineado, íntegro, respirando profundamente, fluyendo... ¡gozando!
Placer, dicha y bienestar en mi cuerpo.
Después de unos 4 años de práctica de Hatha Yoga, sucede esta maravilla:
Mi cuerpo ya no protesta, no se opone al movimiento, ni a la postura Yóguica... Por el contrario, la disfruta, ¡goza con ella!
Comparto por mi sorpresa, para dejar saber que existe y que se alcanza; que se logra un cuerpo armónico y vibrante con la vida, con la respiración, con la Paz, con mi Ser Divino y con el Amor.
Testimonio de
Enrique.
Adivina y Aprende.
domingo, 24 de noviembre de 2013
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