Tenía como 6 años. Mi papá. cada domingo nos llevaba a visitar a mi abuela María, en la colonia Roma, de la Ciudad de México. Mis primas me enseñaron a tocar "los changuitos" en un piano vertical negro.
A mi me emocionaba mucho y cada domingo yo quería ir para tocar el piano. La tía de mi papá, Concepción Garza Luna, que tocaba el piano en la XEW, me empezó a enseñar. Yo aún no tenía piano, pero iba a casa de Fidel Ramón, un buen amigo de la familia y que fué novio de mi hermana Tere. Y allí practicaba.
Un buen día... apareció un piano Steinway, 1955. y allí aprendí.
Ese Piano lo tiene mi hermano Guillermo.
¡Cómo fué mi compañero! En él platicaba todos mis sentimientos, mis emociones de adolescente... mis primeros amores... ilusiones... sueños.
El Zimmermann que aparece en el video, me lo gané a pulso. Tuve que tocar como 3 horas para la dueña, para que aceptara vendérmelo. Me pidió que lo cuidara. Lo renové todo, -en original, con partes, -todas- traídas de Alemanía. los fieltros se cambiaron sobre las maderas originales. El teclado, -marfíl-, se conservó original.... candelabros de latón... pedales de latón... banquito... todo original. renovado de origen... como nuevo...
Al momento de tocar el Nocturno 2 de Chopin, en casa de Rafa, mi hijo, el piano tenía mas de 2 años sin afinación y un transporte.
Es un bello instrumento, bello y expresivo.
Algo mas.
El secreto de la música no son los sonidos... sino "el respirar".... los silencios... los espacios... el vacío.
Aqui un ejemplar Alemán. Un Zimmermann , Hecho en Leipzig, Alemania.... un piano que sabe amar... aún viejito... - ¡como yo!
Adivina y Aprende
Enrique.
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