Extraño abrazo el que te pide la pequeña nieta al ir a dormir. No por extraño pierde su encanto mágico, belleza mística, casi divina.
Un bello abrazo y un suspiro... Recuerdos que dejas en su mente y en su cuerpo y que no volverán.
Bellas grabaciones de momentos compartidos con el abuelo y que no volverán.
Ya,
No volverán.
Como todo en la vida.
Aprecia tus momentos. Son únicos.
Así se entiende la palabra "Saudade" del Portugués.
Adivina y aprende.
Enrique.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Pero siempre hay otro abrazo a la vuelta de la esquina. Y si bien es cierto que los tramos entre esquina y esquina se van haciendo mas largos conforme los hijos crecen, me imagino que de pronto se acortan cuando los nietos llegan.
ResponderEliminar