Mira nada mas, imagínatelo.
Resulta que últimamente me he convertido en árbol para trepar,
caballo para montar,
almohada para dormir,
Narrador para soñar,
payasito para reír,
cubano para bailar,
Osito para abrazar,
Maestro para enseñar,
y abuelo para te-amar.
Adivina y aprende,
Enrique.
martes, 10 de enero de 2012
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