Me colocaba al final de una escalera, con barandal, como de 7 escalones a la hora de recreo, como la que se ve en la esquina del edificio de la foto. Estaba en primero de Secundaria en el Colegio Cristóbal Colón, en la Ciudad de México.
Y se formaba la fila, tan grande que casi el patio se quedaba vacío. Por algún motivo, me dejaban jugar volados, lanzar la moneda de veinte centavos al aire y preguntar ¿águila o sol?.
Mi maestro me observaba todo el tiempo. En todo el recreo no perdía ni siquiera un solo volado. Uno tras otro, yo sabía lo que pensaba y símplemente cambiaba la forma en que recibía la moneda... con la palma hacia arriba o hacia abajo y así el resultado era el que yo deseaba. Si él pensaba águila, yo sacaba sol y viceversa.
Mi profesor, un día me preguntó: -¿cómo lo haces?
y yo le expliqué, pero creo que no me entendió muy bien.
También en esos años sabía la hora exacta de la XEQK pues podía oir la estación de radio en mi cabeza.
Luego, dejó de interesarme y perdí el don.
También en esos años sabía la hora exacta de la XEQK pues podía oir la estación de radio en mi cabeza.
Luego, dejó de interesarme y perdí el don.
Adivina y aprende.
Enrique.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario. Siempre los leo y espero que regreses muy pronto.