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martes, 9 de noviembre de 2010

Puntito en el Cenit

Tendría como año y medio, porque apenas hablaba.
Estábamos él, -mi nieto- y yo, en Ixtapa caminando por las vereditas del hotel, cuando me dijo: - mira... y con su dedito señaló para arriba.    sólo ví un puntito.   Era un águila con las alas bien abiertas que parecía suspendida, sin movimiento.  Un puntito en el cenit.   
Ahora recuerdo aquello de Sor Juana:
"Las condiciones del pájaro solitario son cinco. La primera, que se va a lo más alto; la segunda, que no sufre compañía, aunque sea de su naturaleza; la tercera, que pone el pico al aire; la cuarta, que no tiene determinado color; la quinta, que canta suavemente."
Cuando iniciamos con las meditaciones, generalmente podemos, sin darnos cuenta, tener logros extraordinarios porque tenemos la espontaneidad de los niños, que es como se debe meditar.
 Recuerdo una de mis primeras meditaciones en que me sentí así, fluyendo...   con "las alas abiertas", flotando en el enorme silencio del universo... quietecito... quietecito... punto cero...  latencia... percepción completa... paz total... ojos de águila, vuelo de águila.
¿Cómo sintió mi nieto, sin verla, que el águila estaba allí, arriba, en el cenit?   ¿Cómo supo el águila que mi nieto la vería?
Luz de luz.
Adivina y aprende.
Enrique.

1 comentario:

  1. Que hermosa historia, y que lindo que haya conocido este destino! Yo quiero viajar y reservar un Hotel en Ixtapa para enero. Me dijeron que esta buenisimo. Saludos!

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Gracias por tu comentario. Siempre los leo y espero que regreses muy pronto.