Pero, se me "pasó la mano". Resulta que está era una araña negra, muy determinada y venía decidida a entrar por mi puerta. Tomé el tapete de la entrada y la asusté. Se retiró un poco y volvió a tomar su ruta para entrar. Era una araña que tenía la firme intención de entrar a mi casa. Le aproximé mas el tapete y la empujé... Y se le enredaron sus largas y delgadas patas y allí quedó su cuerpo. Yo pensé que era una táctica de sobrivivencia y que se "estaba haciendo la muertita"... Pero nó, ¡la maté!. Que pena. Perdón arañita, perdón. No se trata de sentir culpa, sino de SABER que mi acción le quito la vida a un ser. Espero sinceramente que su SER ESENCIAL, (que es como el mío, que es la propia VIDA) evolucione.
Bueno, dejé alli el cuerpo de la araña y poco mas tarde vi un montón de hormiguitas, de esas chiquititas, que estaban alrrededor del cuerpo. Al rato ya no había nada.
¿Ustedes entienden el bien y el mal?
Piensen y respeten la vida.
Enrique.
Cuanta razón Don Enrrique.
ResponderEliminarBuena nota y como es su costumbre... haciendo gala de su elegante sencillez.