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martes, 28 de julio de 2009

¡ACCIÓN!

La intención debe ser siempre la de crear y dar felicidad. La felicidad regresará a nosotros como un boomerang.
Antes de iniciar cualquier acción, procura ponerte en paz y entonces siente a tu corazón... ¡"Adivina"!. Pon amor en tu corazón y sabrás con certeza lo que tienes que hacer.


Acciones dirigidas con intención a la felicidad, con tonalidad de amor. ¿Entendiste? La consecuencia será acumulativa y purificadora para ti y para tu vida. Digamos que vas a ahorrar energías positivas, ¿estampitas de méritos?.

-Yo sé.
Sé que es muy difícil porque estamos inmersos en un mundo de lucha, de conflictos, de intereses, de golpes bajos, de hambre, necesidad y sufrimiento y en ocasiones de mucha "mala vibra". Sin embargo, Para modificar nuestra vida e ir alcanzando niveles mayores de felicidad (salud, prosperidad, tranquilidad, etc.) tenemos que tener acciones positivas, tanto en intención como en realización, orientadas al bienestar de los demás y de nosotros mismos, pero nunca a costa del sufrimiento y menoscabo de otros. Y tampoco a costa de nuestro sufrimiento.

Lo más interesante y bello de nuestras acciones positivas es que corrijen los malos comportamientos de otros hacia nosotros. Esos comportamientos que nos hacen daño, que nos hacen sufrir. Es como una magia. Es magia de manejo de energías, de fuerzas naturales, de leyes de la naturaleza. Pero los resultados no son inmediatos. Hay que persistir para tener logros. La ventaja es que mientras mantengamos un estado positivo, estamos protegidos.

El error es querer vencer la negatividad con más negatividad. Es como querer limpiar el lodo con mas lodo. ¿me expliqué? Se necesita agua limpia y quizá jabón y hasta un cepillo o escobeta y limpiar y limpiar. Lo mas importante es que tu estés limpio y que te valores. Que te ames. Que te respetes. Lo que te corresponde es tu vida. Tu vida es tu responsabilidad. Viviendo una vida de felicidad estás ayudando al mundo a ser mucho mejor y además, enseñas con el ejemplo. ¡Te van a empezar a imitar!.

Yo no digo "que seas bueno", ¡NO!. Lo que digo es que manejes tu vida con sabiduría. Tenemos total responsabilidad de nuestras acciones. Entonces, actuemos con sabiduría.


Que la luz se esparza en nuestros corazones y en los de los demás, en consecuencia. Nuestra luz interna esta allí mismo, en nosotros, lista para guiar nuestras acciones. Ya es tiempo de dejar de sufrir y de ir logrando felicidad.
Adivina y aprende.
Enrique.

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